ROJECES

 

Las rojeces en la piel son una preocupación estética y de confort que afecta principalmente a personas con piel sensible. Esta afección, que se presenta con mayor frecuencia en áreas como la nariz, las mejillas, la frente y el contorno de los ojos, puede ir acompañada de picor, irritación y una sensación de tirantez. Aunque las rojeces pueden parecer inofensivas, para muchas personas representan un problema que afecta tanto la apariencia como el bienestar general de su piel. 


CAUSAS

Las rojeces pueden ser causadas por diversos factores, tanto internos como externos, que afectan a la piel de manera directa. Es importante conocer qué puede estar desencadenando las rojeces para adaptar nuestra rutina de cuidado y evitar empeorar la condición. 

Piel sensible 

La piel sensible es más propensa a desarrollar rojeces, ya que su barrera protectora es más débil y tiende a reaccionar más rápidamente ante los cambios en el entorno o productos cosméticos agresivos. Esta sensibilidad se manifiesta a menudo en forma de enrojecimiento, picor e inflamación. 

Factores ambientales 

El clima extremo, como el frío, el calor o el viento, puede provocar que la piel se irrite y enrojezca. En especial, las bajas temperaturas y el viento pueden resecar la piel y desencadenar episodios de rojeces, mientras que el calor excesivo dilata los vasos sanguíneos, causando un enrojecimiento visible. 

Exposición solar 

La radiación ultravioleta (UV) es una de las principales causas de daño en la piel. Además de aumentar el riesgo de envejecimiento prematuro y cáncer de piel, la exposición excesiva al sol puede provocar rojeces inmediatas, como quemaduras solares, y empeorar las afecciones crónicas como la rosácea. 

Cambios hormonales 

Algunos cambios hormonales, especialmente durante el embarazo, la menopausia o el ciclo menstrual, pueden hacer que la piel reaccione de manera más sensible, desencadenando brotes de rojeces. 

Estrés y emociones 

El estrés emocional y los estados de ansiedad pueden contribuir a la aparición de rojeces en la piel, ya que afectan la circulación sanguínea y la respuesta del sistema nervioso. Las personas que experimentan rubor o “enrojecimiento facial” cuando están nerviosas suelen padecer esta condición. 

Alergias o productos inadecuados 

El uso de productos cosméticos inadecuados o que contengan ingredientes irritantes, como fragancias, alcohol o parabenos, puede causar reacciones adversas en pieles sensibles, provocando rojeces e irritación. 


COMO PREVENIR LAS ROJECES

Prevenir las rojeces es clave para mantener la piel en buen estado. A continuación, te ofrecemos algunos consejos esenciales para minimizar su aparición: 

Limpieza suave y adecuada 

Es fundamental realizar una limpieza facial suave que no irrite ni reseque la piel. Evita los productos que contengan detergentes fuertes o sulfatos y opta por limpiadores formulados específicamente para pieles sensibles. La doble limpieza es una excelente opción para eliminar impurezas sin alterar la barrera cutánea. 

Hidratación constante 

La hidratación es esencial para mantener la barrera de la piel intacta y evitar que se deshidrate, lo que podría aumentar la propensión a las rojeces. Utiliza cremas hidratantes ricas en ingredientes calmantes, como la niacinamida o precursores de ceramidas, que ayudan a restaurar y fortalecer la función barrera de la piel. 

Protección solar diaria 

Usar un protector solar de amplio espectro todos los días es crucial para prevenir el daño causado por los rayos UV, que son uno de los principales desencadenantes de las rojeces. Opta por productos que contengan óxido de zinc o dióxido de titanio, ya que son menos irritantes para las pieles sensibles. 

Evitar cambios bruscos de temperatura 

Las fluctuaciones extremas de temperatura pueden agravar las rojeces. Intenta evitar exponer tu piel a condiciones de calor o frío extremo, y regula la temperatura de tu hogar y lugar de trabajo para mantenerla en un nivel estable y cómodo. 

Cuidado con los exfoliantes 

La exfoliación es importante para eliminar las células muertas de la piel, pero si se realiza de manera agresiva puede empeorar las rojeces. Utiliza exfoliantes suaves, como los alfahidroxiácidos (AHA) o polihidroxiácidos (PHA), que respetan la piel sensible. 


INGREDIENTES CLAVE 

Cuando se trata de pieles con tendencia a las rojeces, es fundamental buscar productos que incluyan ingredientes específicos con propiedades calmantes, antiinflamatorias y reparadoras. A continuación, presentamos algunos de los más eficaces: 

Niacinamida 

La niacinamida, también conocida como vitamina B3, es uno de los ingredientes más versátiles y beneficiosos para las pieles con rojeces. Ayuda a fortalecer la barrera cutánea, reduce la inflamación y minimiza la pérdida de agua transepidérmica. Además, la niacinamida tiene propiedades calmantes que disminuyen la sensación de disconfort. 

Centella Asiática 

La Centella Asiática es un ingrediente herbal conocido por su capacidad para calmar y reparar la piel. Este activo ayuda a reducir las rojeces, mejora la elasticidad y promueve la regeneración celular. Es ideal para pieles que sufren irritación y sensibilidad crónica. 

Extracto de Regaliz 

El extracto de regaliz es un potente calmante que reduce la inflamación y alivia las rojeces. Además, tiene propiedades antioxidantes y ayuda a unificar el tono de la piel, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para pieles con tendencia a las manchas y rojeces. 

Precursores de Ceramidas 

Las ceramidas son lípidos esenciales que ayudan a restaurar la barrera protectora de la piel. Los productos que contienen precursores de ceramidas ayudan a mejorar la función barrera, evitando la pérdida de agua y reduciendo la irritación y las rojeces. 

Complejo antirojeces 

Algunos productos, como los desarrollados por laboratorios especializados, contienen complejos formulados específicamente para reducir las rojeces. Por ejemplo, el complejo antirojeces que incluye glucósidos de plantas como el Rosmarinyl glucosideCaffeyl glucoside y Gallyl glucoside ayuda a regular los factores inflamatorios, disminuyendo visiblemente las rojeces y aportando luminosidad a la piel. 

 

TRATAMIENTOS Y CUIDADOS ADICIONALES
Compresas frías 

Aplicar compresas frías o usar productos refrigerados puede ayudar a reducir la inflamación y calmar las rojeces. Es una excelente forma de dar alivio instantáneo a la piel irritada. 

Mascarillas calmantes 

Incorporar mascarillas calmantes a tu rutina semanal puede proporcionar un alivio profundo y duradero a la piel sensible. Busca fórmulas que contengan ingredientes como el aloe vera, la manzanilla o el ácido hialurónico, que son altamente hidratantes y calmantes. 

Evitar el alcohol y el tabaco 

El consumo de alcohol y tabaco puede empeorar las rojeces al dilatar los vasos sanguíneos y aumentar la inflamación. Reducir o eliminar estos hábitos de tu vida diaria puede tener un impacto positivo en la apariencia de la piel.