Envío gratuito a península y baleares en pedidos superiores a 20€.

¿Qué crema hidratante usar?

¿Qué cantidad de crema hidratante usar?

La crema hidratante facial es un elemento fundamental en cualquier rutina de cuidado de la piel. Sin embargo, es común preguntarse cuánta cantidad de crema hidratante se debe aplicar para obtener los mejores resultados. La respuesta puede variar según el tipo de piel y el producto específico que estemos utilizando.

En general se recomienda aplicar una pequeña cantidad de producto del tamaño de una nuez sobre el rostro y cuello. Distribuye la crema suavemente con movimientos circulares ascendentes para favorecer su penetración hasta que se absorba por completo. Recuerda evitar el área de los ojos. Úsala a diario siempre con la piel limpia. Si está húmeda, su absorción será mejor y más rápida; por eso, es conveniente aplicarla después de la ducha. Aplica primero el sérum, luego la crema hidratante, y por último el protector solar.

Es importante recordar que una aplicación excesiva de crema hidratante no significa mejores resultados. La piel solo puede absorber cierta cantidad de producto, por lo que utilizar una cantidad excesiva podría dejar una sensación pesada o incluso obstruir los poros. Siempre es mejor empezar con una cantidad moderada y ajustar según las necesidades de tu piel.

¿Por qué usar crema hidratante?

La hidratación facial es un paso esencial para mantener un estado de la piel saludable y radiante ¿Pero por qué es tan importante? La respuesta radica en los beneficios que proporciona a nuestra piel.

En primer lugar, la crema hidratante facial ayuda a mantener, reparar y reforzar la barrera protectora de la piel. Cuando la piel no puede ejercer esta función barrera y protectora favorece la aparición de eccemas, irritación…Las cremas ayudan a prevenir la sequedad y la descamación, especialmente en condiciones climáticas adversas o en pieles propensas a la deshidratación.

La crema hidratante también puede mejorar la textura y la apariencia general de la piel. Al mantener la hidratación adecuada, la piel se ve más suave, tersa y luminosa. También puede ayudar a reducir la apariencia de líneas finas y arrugas, proporcionando un aspecto más juvenil.

Pieles grasas, mixtas, sensibles, secas… necesitan ese aporte de hidratación. Lo importante es saber, en función del tipo de piel y sus necesidades, qué crema hidratante usar.

Para pieles grasas elige fórmulas ligeras, con lípidos e ingredientes no comedogénicos que ayuden a reforzar y equilibrar su barrera natural y a la vez regulen el exceso de sebo, como nuestra Crema Sebo Control Hidratante.

En pieles secas, tirantes e incluso con descamación y tonos apagados, la crema facial a usar debe ser más densas, emolientes y su uso será, al menos, de dos veces al día. Las pieles más estropeadas deberán usar productos que aporten mayor cantidad de activos antioxidantes, reafirmantes y regenerantes. En este caso recomendamos nuestro Balsamo Piel Reactiva y nuestros Aceite Seco Regenerador que se absorbe rápidamente sin dejar sensación grasa, dejando tu piel suave y luminosa.

¿La crema hidratante se usa de día o de noche?

La crema hidratante facial se puede utilizar tanto de día como de noche, pero existen algunas diferencias a considerar.

Durante el día, es esencial utilizar una crema hidratante o combinar tu crema hidratante con una crema que proporcione protección solar. Los rayos UV pueden dañar la piel y acelerar el envejecimiento. Por lo tanto, elige una crema hidratante con un factor de protección solar (FPS) adecuado para tu tipo de piel y aplícala como último paso de tu rutina de cuidado diurno.

Por otro lado, durante la noche, la crema hidratante cumple un papel de reparación y regeneración de la piel. Durante el sueño, la piel se renueva y se recupera de los daños diarios. Aplica una crema hidratante más nutritiva y reparadora, como la “Biotic Barrera” antes de irte a la cama. Está crema está cargada de activos que mantienen, mejoran y refuerzan la barrera cutánea y además está enriquecida con pre y postbióticos que van a trabajar la parte más externa, y muchas veces olvidada, el microbioma de la piel.