La piel: primera línea de defensa y la importancia de su pH
En colaboración con Silvia González Fernández

Como ya es bien conocido, la piel es el órgano más extenso del cuerpo humano. Forma una “muralla” física y química, constituyendo el primer nivel de defensa frente al exterior. El pH de la piel, en buen estado, constituye una barrera, un muro de “ladrillos y cemento” que nos protege de los daños que “cuerpos extraños” pudieran ocasionar.
También la piel constituye una barrera química. Así pues, la piel tiene un pH ligeramente ácido, de 5.5, que impide la aparición de muchas infecciones. Gracias a él tenemos una microbiota que dificulta el crecimiento de microorganismos patógenos. Por tanto, una de las principales herramientas que tiene nuestra piel para protegernos del exterior, es mantenerlo ligeramente ácido, un mecanismo que nos ayuda a mantener a raya las agresiones externas. Sigue leyendo y descubre por qué es tan importante y cómo mantenerlo en su valor óptimo.
¿Qué es y cuál es el pH de la piel?
El pH es una unidad de medida que indica el grado de acidez de una solución. El de nuestra piel, ligeramente ácido, la protege de diferentes microorganismos patógenos. Esta película tiene un valor que oscila entre los 4.5 y los 5.8, siendo la media en una piel sana de 5.5. En la escala de pH, que va de 0 (muy ácido) a 14 (muy alcalino), la piel es un poco ácida, ya que está por debajo del 7, que sería el pH neutro.
Si esta capa protectora de la piel, que también la lubrica, pierde su equilibrio, el pH puede dejar de cumplir su objetivo protector. En tal caso, la piel se vuelve sensible a microorganismos, se deshidrata y se vuelve más propensa a sufrir patologías como la rosácea. Por eso es tan importante mantener en perfectas condiciones este manto ácido de la piel.
El pH en función del tipo de piel
El valor del pH no es el mismo en todos los tipos de piel. En las pieles grasas, este valor va del 4.9 al 5.0, es decir, un poco más ácida; mientras que en las pieles secas oscila entre el 5.7 y 5.9, algo más alcalina.
En estos valores también intervienen muchos factores externos, como la contaminación o la calidad de los productos cosméticos. Pero también hay factores genéticos y hormonales que pueden determinar qué pH tiene la piel. Además, también varían mucho los valores en función de la zona de la piel de la que estemos hablando y de la edad de la persona.
El tónico, el gran desconocido
Un gran desconocido y perfecto aliado para equilibrar el pH de la piel es el tónico. Tal y como indica la farmacéutica Silvia González Fernández, de Gijón:
La cosmética coreana nos está conquistando. Nos fascina su cutis perfecto y su piel de porcelana. Aunque quizás los 10 pasos de su rutina de belleza nos asusten e intimiden… ¿por qué no aprovechar la filosofía Skin Care Fusion? Desmaquillar, limpiar… y TONIFICAR, uno de esos 10 pasos que la mayoría de las veces pasa inadvertido y es el gran olvidado
Silvia González Fernández, farmacéutica de Gijón.
Para evitar alteraciones en el pH, Silvia nos cuenta diversos trucos.
En una piel seca, hay que realizar la limpieza facial una vez al día (noche), no se deben usar limpiadores con lauril sulfato de sodio y tampoco lavar el pelo después de la higiene (puesto que la mayoría de los champús llevan sulfatos). Además, en estos casos no hay que lavarse con agua demasiado caliente.
Por otro lado, hay que usar el aliado perfecto en un simple gesto: el tónico. Este producto regula el balance del pH, refresca, hidrata, revitaliza, cierra poros, elimina posibles restos de suciedad y, por supuesto, prepara para tratamientos que aplicaremos a continuación.
Este debe de ser uno de los primeros pasos que debemos de escoger para alcanzar el 10 de la cosmética coreana. ¿Ya lo has incluido en tu rutina de belleza?
Ahora que ya sabes qué es el pH de la piel y cuáles son sus valores óptimos, seguro que ya entiendes mejor nuestro nombre: 5punto5. Entra en nuestro catálogo online y empieza a cuidar tu piel como se merece.