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Alimentos para la piel

La piel es el órgano más grande del organismo y nos preocupa, entre otras cosas, porque es nuestra primera carta de presentación.

El cuidado de la piel es a menudo un tema de conversación, y muchas veces fundamentamos su cuidado desde el exterior. Y si bien esto es necesario, no podemos olvidar la importancia de lo que comemos para conseguir una piel más sana y bella. La sinergia mejorará, sin duda, el equilibrio de nuestra piel.

En este post os damos unos consejos de cómo a través de “lo que comemos” podemos cuidar la piel por dentro y aportar un mayor potencial a nuestra piel:

  1. Toma diariamente alimentos ricos en antioxidantes que están presentes fundamentalmente en:
  • Frutas y verduras. Elige las de temporada, combinando colores. La sinergia de distintos mecanismos antioxidantes, sin duda, es un plus para conseguir mayores beneficios para tu piel.
  • Especies y condimentos. Pimentón, romero, orégano, canela, cúrcuma, pimienta negra, clavos, ajo, jengibre… tienen también alto poder antioxidante. En verano, es muy fácil utilizarlos en ensaladas, verduras… El uso de especies y condimentos pueden ayudar a minimizar el uso de la sal.

Recuerda que cuando vayas a exponerte al sol, si además de una protección solar adecuada consumes alimentos ricos en antioxidantes (tomate, naranja, zanahorias, remolacha, espinacas, aguacate, kiwi…), ayudas a la piel desde el interior y tu protección será más efectiva.

  1. Consume con frecuencia alimentos ricos en ácidos grasos omega 3. ¿Dónde los encuentras? En pescados grasos, semillas de lino, semillas de chía, canónigos… De los pescados grasos, evita aquellos que por su tamaño, pueden haber acumulado metales pesados en su organismo. Mejor los pequeños: sardinas, caballa, boquerones… La época de la sardina es fundamentalmente entre el 15 de julio y el 15 de agosto. Aparte de estar buenísima, nutricionalmente es un alimento muy aconsejable.
  2. Evita los picos de insulina:
  • Consume mejor verdura y fruta entera que purés y compotas.
  • Acompaña las legumbres y cereales con verdura; la absorción de legumbres y cereales será más lenta.
  • Evita los zumos y bebidas azucaradas industriales.
  • Disminuye los alimentos procesados, ya que son ricos en azúcares añadidos.
  1. Hidrátate y tendrás la piel más jugosa. Antes, durante y después de tomar el sol. Recuerda que en verano la hidratación es muy importante, así como el uso de productos que te aporten antioxidantes.
  2. En verano, aprovecha aquellos alimentos y “recetas” en que no se necesitan elaboración culinaria, como ensaladas, gazpachos… Recuerda que todo tratamiento culinario que suponga un aumento de temperatura, lleva consigo un cambio en las características de los alimentos.
  3. Alcohol, mejor evitarlo y sino, consúmelo de forma “muy” moderada.
  4. Toma alimentos no refinados: el aporte en fibra será mayor. La fibra tiene importantes propiedades como: reducir el tiempo de tránsito intestinal, es fermentable por la microflora del colon, reduce el nivel de colesterol total en sangre y/o el nivel de colesterol LDL, reduce la glucosa y/o los niveles de insulina después de una comida…
  5. En piel, mucosas e intestino viven diversas especies de microorganismos (billones) que favorecen nuestra salud; podríamos decir que nos cuidan “por dentro y por fuera”. De ahí la importancia del consumo de alimentos probióticos y prebióticos, ya que refuerzan nuestra microbiota.

Y recuerda: cuidando el sobrepeso, cuidarás de tu piel. Y en verano, también es posible: practica ejercicio moderado y realiza comidas equilibradas. Junto a un menor estrés y ansiedad, es posible mantener nuestro peso “en equilibrio”.

Escrito en colaboración con Farmacia Villalón.